Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.
Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA
(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro
Comentario
Capítulo 52
Tratará en este capítulo como boluieron los mensajeros mexicanos que fueron a los pueblos de Çempoalla y Quiahuiztlan, y el presente que lleuaron
Otro día, queriendo despedir los mensajeros para yr a Quiahuiztlan, les dieron un amoxqueador de pluma muy rrica, larga y ancha para su rrey, y tenía en medio un sol de oro çercado de muy rrica pedrería de esmeraldas y ençima de la cabeça del sol, como sonbrera, una diadema de ánbar que rrelunbraua, y um braçalete de oro con mucha rrica plumería, y una cauellera que era el caxco de tortuga y cauello trançado con un cuero dorado con rrapazexos de canpanillas de oro. Y así con esto, les dixeron que se guardase para la buelta, que yban con otro mensaje a la costa de Quiahuiztlan. Toma liçençia, fueron su camino; llegados a Quiahuiztlan, después de les aber saludado a los señores Quetzalayotl y hecha su baxada y el llamamiento haze el rrey Axayaca a todos los prençiales y señores sujetos al ymperio mexicano para çelebrar la fiesta de Tlatlauquitezcatl (del Colorado espexo, dios), se a de çelebrar ençima de la gran casa y templo del gran dios Huitzilopochtli. Oyelo por el prençipal y señor Quetzlayotl, fue de ello muy contento y dixo le plazía, que quería ir a besar las manos al rrey Axayacatl y a beer y çelebrar la gran fiesta del nueuo dios no conosçido. Así, les dixo que descansasen. A cabo de dos o tres días les dio para su rrey mucha rrica plumería y caracoles carnados de fuera y colorados, otros blancos y todos dorados por de dentro y otros géneros de caracoles muy rricos, bistosos y muchas abes de papagayos amarillos y berdes muy lindos y mansos, y hablauar algunos bocablos mexicanos. Y binieron juntos con el prençipal Quetzalayotl y trujeron de camino al prençipal de Çenpoala, Tlehuitzitl. Llegados a Mexico Tenuchtitlan, fueron a hazer reuerençia primero a Huitzilopochtli y de allí fueron luego a la gran sala y palaçio de Axayaca, rrey, al qual le besaron las manos. Y pasaron muy grandes oraçiones y pláticas entre el Axayaca y Çihuacoatl con los prençipales forasteros y luego le diero los presentes que la costa abía y se criaua, que otra cosa no abía por estar a las orillas del agua del çielo, queran más unas muy largas plumas y anchas, muy rricas, y oro y piedras de gran balor, esmeraldas, diamantes, ámbar cuaxado y senzillo y caracoles, toznenes (papagayos) [65v] y tigueres blancos. E llamó luego a Petlacatl, mayordomo mayor del rrey Axayacatl, díxole: "Mirá que os mando que no falte cosa de quantos géneros de comidas en esta tierra comemos, tanto les deis de comer a estos prençipales de la costa orillas de la Mar del Çielo. Y mirá que no son nros basallos, sino conbidados a beer y çelebrar nra gran fiesta.Y daldes los bollos pinpitados (cuatequicuil tamalli), y de las tortillas muy grandes que llaman "huey tlacualli tloxcalpachollin" y tortillas grandes de frisol rrebuelto y bollos como cañutos de caña de más de dos palmos con frisol y todo otro qualquier género de tortillas, y todo género de guisados de abes de la tierra y caça del monte, y todo género de beuer de cacao. Y asimismo le mandó al mayordomo Petlacalcatl les diese por posada la casa del prençipal Cuetlaxtecatl y, llegados, halláronla toda tapiçada de petates pintados galanos (alahuacapetlatl), y estubieron muy bien serbidos de todos los mayordomos del rrey.Llegados al tiempo y término del sacrifiçio y postura de poner la gran piedra y su brazero en el templo, mandó a los se señalasen abían de ser los sacrificadores de los que abían de morir sacrificados: "el uno era llamado Yohualaahua y luego el otro llamado águila y tiguere, Ytzpapalotl, como dezir Mariposa de nabanja, y Opuchtli, Quetzalcoatl (el Çurdo o Izquierdo, Qulebra de pluma preçiada), y Tonçi, Yxcuinan, Tlalotla y el otro llamado Huitzilopochtli y Napateuctli (Quatro bezes prençipal). Y los sacrificados que an de ser son de Toluca Matlatzinca, a los quales todos los enplumaron y pusieron albayalde de la tierra (tizatl), y unas como jaquetas de pluma, como si los armaran de armas de papel, y les pusieron pañetes (maxtlatl) para cubrir las bergüenças y los molledos amarrados, de manera que mandauan los braços, y las cabeças enplumadas y con betún de ule (batel) de la mar, y subiéronlos en el alto del Huitzilopochtli, adonde estaua su estatua, estaua frontero la gran piedra temalacatl y la batea de piedra nonbrada cuauhxicalli. Pusieron en rringle a los miserables que abían de sacrificar y puesto en orden, estando todos mirando, començaron luego los tlamacazque a sonar y tocar el teponaztle y tlalpanhuehuetl y començaron el canto los saçerdotes tlamacazque, y el canto era llamado temalacuicatl. Y ban luego dos o tres saçerdotes y traen un miserable sacrificado y pónenlo ençima de la gran piedra temalacatl y biene luego Cuitlaxteoa a pelear con él, benía figurado y hecho león, y danle al miserable yndio para que ofenda tanbién su rrodela y macana y cuatro como pedaços de piedra llaman ocotzotetl, y biene baxando el león para pelear con el se a de sacrificar, benía el león bailando al son del teponaztle. Biéndolo el sacrificado, ba luego be biene y da un siluo y luego dase un palmada un muslo (moquezhuitequi) y toma su rrodela y macana. Banse el uno con el otro, corriendo el [66r] león con él, y si le açierta el león y le da al miserable yndio un golpe con la macana de nabaxa o cae luego en el suelo, aguixan luego quatro o çinco llamados cuacuacuiltin, lleuan sus calabaçillos colgados de piçiete, ban tiñidos y ahumados, y arrebatan al miserable y le ata pies y manos y una benda los ojos que llaman yxcuatechimal, y amarrado, le estiran mucho de los braços y de los pies, quatro de un lado, quatro de otro, lo descuyuntan, y en un ymprouiso le abre el pecho con un nauajón de ancha nabanja y le sacan muy de presto el coraçón y lo lleuan al aguxero del brazero y con la sangre del miserable rroçían al ydolo Huitzilopochtli primero y luego al otro ydolo, nueuo dios, Tlatlauhquitezcatl, y luego traen los cuacuacuiles el cuerpo del miserable y lo echan al paredón del templo llaman tzonpantitlan, y, por lo consiguiente, acabado esto, lleuan otro miserable al matadero, de muerte tan cruda los crueles carniçeros hazen sus próximos sin meresçer mal alguno, sólo por la gloria del gran diablo Huitzilopochtli, que esto es a lo que truxo a los gentiles mexicanos de su tierra Aztlan Chicomoztoc. Hecho esto, si acaso el tal tlahuahuanque se cansa, torna a subir y baxa otro su lugar, los quales bienen con diuisas y cueros de tiguere o león o águila, debaxo muy bien armados con ychcahuipiles; y, como dho es, por no cansar al letor, acabado uno, biene otro, y siempre ban subiendo los esclauos myserables hasta concluir con la presa, que están desde las siete de la mañana hasta las çinco de la tarde. Y acabado esto, ban por mandado de Axayaca los prençipales conbidados y súbense ençima de este templo y miran y contemplan en él (y Ehuacalli), y ban muy bien bestidos y adornados de las rropas que el rrey Axayaca les dio de una librea manta y pañete. Asimismo traron adonde llaman Tzapocalco, labrado de aguas culebreadas y muy adornado de petates labrados (alahuacapetlatl), y cueros de tigueres por espaldares en los asentaderos y en el prençipal asiento está por dosel de pluma de tlauhquechol y un amoxqueador muy grande, preçiada plumería, y en lugar de abanillos de dar frescor, amoxqueadores pequeñitos de los de Teguantepec y todas las cosas que pertenesçen, como son beçoleras, orexeras y coronas o medias mitias, unos asientos todo puesto, de los quales y a ymitaçión de ellos les dio Axayaca a los çenpoaltecas y quiahuiztecas. Y después de les auer dado a todos muchos dones y presentes, les despidió con buena benibolençia. Despedidos, otro día bino Tlailotlac teuctli Çihuacoatl, díxole: "Hijo y señor mío, ya se a paresçido ura onrra y promesa de la piedra temalacatl y del cuauhxicalli (brazero de piedra) a nro buen amo y señor Huitzilopochtli. Parésçeme tan solamente a estos señores de la costa del Mar del Çielo se les a hecho onrra en esto. Conbiene con muchas ueras que nros comarcanos uezinos alrrededor de Mexico Tenuchtitlan están, llamados tlalhuacapanecas, no lo an bisto ni sabido. Es menester lo sepan y bean y benga a hazer [66v] adoraçión al Huitzilopochtli. Berán el cuauhxicalli (brasero), y se asentará su lugar". Y así, fue luego llamado un prençipal mexicano llamado chalchiuhtepehua y Huehuecamecatl, y llegados en Aculhuacan, Tezcuco, dada su baxada para se diese orden de asentarse el cuauhxicalli, el gran brasero de piedra, dixo Neçalhuacoyotzin hera dello muy contento y luego mandó su cumplimiento que trujeran a la çiudad de Mexico Tenuchtitlan cal, piedra, teçontlalli. Tomada liçençia, se fueron a Tacuba y al rrey Totoquihuaztli le explicaron la enbaxada, el qual obedeçió luego y su cunplimiento luego hizo biar a Mexico Tenuchtitlan cal, piedra, teçontlalli. Bueltos a Mexico, començóse luego de labrar el lugar para asentar el cuauhxicalli de piedra y dixo Çihuacotlaylotlateuctli al rrey Axayaca: "Hijo y señor mío, es menester que luego se llamen los buenos ofiçiales canteros para se ocupen luego en ello", e les mandó que tanteasen la cantidad que a de estar y asentarse. Dixo Axayaca: "Poco más o mes, sean de beinte braças en cuadra, ocho estados de altura". Y benidos todos los ofiçiales, se les mandó que començasen la obra de la mesma manera que ellos lo abían traçado. Y luego otro día, de gran mañana, llegó Neçahualcoyotzin y toda su gente con piedra, cal, teçontlalli, y dos yndios para el serbiçio de la obra. Por lo consiguiente, llegó Totoquihuaztli con los materiales y gente para la obra, cada día mudándose, unos yban, otros benían. Y aacabada la labor de la cuadra, paredes y pinturas a los dioses figurados, tanbién se dieron toda priesa la labor del cuauhxicalli, baso o brasero de piedra, en ella y su labor la figura del sol. Y luego apellidaron a la gente mexicana y a los comarcanos subieron lo alto la gran piedra del brasero, que aunque estaua de altura el templo de más de çiento y sesenta estados de altura, la subieron y asentaron su lugar.